Para los primeros meses...
¿Cómo es?
La pelota está hecha con gajos de tela de distintas texturas y colores, rellenos con vellón siliconado. Algunos tienen cascabeles en su interior y otros papel celofán.
¿Cuándo usarla?
La pelota se puede ofrecer desde los primeros meses del bebé. Al principio, el adulto va a actuar como mediador entre el bebé y el juguete (moviéndola para que la siga con su mirada, haciéndola sonar, etc) y en cuanto él empiece a poder agarrar objetos, ya va a seguir solo con su exploración disfrutando de las distintas acciones que la pelota ofrece. Los van a acompañar en muchos de los procesos evolutivos que van atravesando en sus primeros años.
¿Para qué?
La pelota tiene más de una finalidad. Al principio, cuando los bebés no pueden manipularla solos y necesitan del adulto como mediador, se puede usar para estimularlos en el seguimiento de objetos con la vista y el sonido. Cuando ya pueden agarrarla por su cuenta, van a poder explorar las distintas texturas y sonidos que sus propias acciones generan (apretar, sacudir, chupar, tirar, etc). Una vez que empiezan a querer desplazarse (rolar hacia un lado y el otro, gatear, reptar o caminar) la pelota también va a servirles de estímulo para lograr tales acciones pudiendo, dadas sus características adecuadas de peso, y agarre ayudarlos a estimularse autónomamente en su movimiento.
Las telas pueden varias según stock de proveedores.
Los bebés son bebés, por eso su juego tiene que estar siempre supervisado por un adulto responsable
Lavar en lavaropas:lavado corto, con agua fría e idealmente sin mezclar con ropa.